El GARBANZO LECHOSO, es una legumbre que ya se utilizaba en el Antiguo Egipto,.

Los garbanzos ya se comían en el Antiguo Egipto, es originario de Persia y su cultivo se extendió a países tales como la India, Irán, Turquía, Pakistán, México, Etiopía y América central.

Su cultivo en España se concentra en Castilla y León, Castilla la Mancha, Andalucía y Extremadura.

PROPIEDADES

El  GARBANZO LECHOSO, es una buena fuente de proteína vegetal, carbohidratos, grasa, minerales y vitaminas esenciales para nuestra salud.

Son ricos en vitaminas como la A, C E, Tiamnina, Riboflavina, Niacina, Ácido pantoténico, folato y vitamina B6.

También nos aportan numerosos minerales como el potasio, magnesio, cobre, hierro, zinc, calcio y fósforo.

Es una gran ayuda para prevenir y tratar la anémia.

Su contenido en vitamina B5 o ácido pantoténico resulta de gran ayuda para la síntesis de hormonas anti estrés, que evitan la ansiedad y la depresión.

Por su aporte de proteínas, mantiene el apetito a raya, ayudando al control del peso corporal.

Tienen gran cantidad de fibra vegetal, lo que ayuda a tener una buena salud intestinal.

Sus carbohidratos son de combustión lenta, aportando energía de forma lenta y prolongada y una asimilación gradual de la glucosa.

Ayudan a superar el cansancio en épocas de mucho esfuerzo, niños y deportistas.

Es rico en potasio, lo que nos ayuda a regular la tensión arterial por su efecto diurético.

Especialmente indicado para mujeres embarazadas, por su alto contenido en ácido fólico.

USOS EN LA COCINA

El GARBANZO LECHOSO seco, debe ponerse a remojo unas 10-12 horas.

Se utilizan en un gran número de potajes, tanto con carnes como con verduras y hortalizas, potajes de pescado y  también quedan deliciosos con almejas.

Se puede preparar en frío también, para ensaladas o acompañamientos.

Podemos prepararlos en un guiso mezclados con arroz o diferentes cereales.

Tostados al horno son un buen aperitivo sano y nutritivo.

Para cocinarlos debemos añadirlos cuándo el caldo o el agua ya está hirviendo.

Hay muchas recetas marroquíes como el humus o el falafel que resultan muy apetecibles.

Para evitar la flatulencia que provoca a muchas personas, podemos añadir al guiso algunas hierbas o especias como el comino, cilantro, tomillo o salvia, que poseen propiedades carminativas.

IMPORTANTE

Puede contener trazas de apio, mostaza, sésamo y frutos cáscara.

La información que pueda encontrar en Mil y una especias, es de carácter meramente informativo.

En ningún caso se debe reemplazar su medicación o tratamiento si los tuviera, por los productos que aquí encuentre sin consultar previamente a su médico.